El entorno es nuestro hogar público.

Es por eso que hemos tenido siempre mucho cuidado a la hora de escoger los lugares más adecuados para cada uno.

Estar tranquilo y en un ambiente agradable es un gran paso para ser feliz.

Y esta satisfacción es lo que hemos ofrecido a lo largo de estos veinte años de trabajo en el que, aparte de buscar buenos lugares, hemos convivido en un buen ambiente.

Y ahora es cuando tenemos que empezar a abrir aquellas puertas que se insinúan delante nuestro. Hemos volado muy alto durante este tiempo, pero aún tenemos mucha fuerza para seguir subiendo arriba.

Comenzamos ofreciendo lugares para vivir entre aquellos que existían y ahora hemos sido capaces de crearlos nosotros mismos.

Este es un gran estímulo para seguir trabajando todos juntos con la ilusión y el esfuerzo que nos han definido durante estos años.

Desde 1995 empezamos a caminar juntos, fuimos descubriendo y construyendo este proyecto. Queríamos dar algo más que un techo, queríamos ofrecer un hogar.

Gracias al trabajo que hemos hecho juntos, hemos llegado mucho más allá. Le hemos dado al mundo de la construcción un nuevo estilo, un buen estilo. Hemos conseguido que se hicieran reales los sueños de quienes han confiado en nosotros y les hemos ofrecido todo nuestro esfuerzo para que pudieran disfrutar de un refugio lleno de ilusiones.

Y ahora, sólo hay que mirar atrás para ver que aquel proyecto inicial ya tiene una gran base sólida. Un proyecto lleno de nuevas ideas y nuevas puertas que todavía hemos de abrir. Un proyecto que juntos podemos seguir construyendo.

El hogar es la libertad de poder ser uno mismo. De poder dar tumbos en la cama los domingos por la mañana, de escuchar la lluvia como repica el tejado, de descubrir la terapia de un largo baño, de saborear las sobremesas acompañado de los más queridos, de pasearse descalzo con la seguridad de estar ... en casa.

Esta es la libertad que hemos dado durante todos estos años en los que hemos estado pensando, investigando, y construyendo entre todos, nuevos mundos.